Un rasgo básico de las personas que se comportan de manera pasivo-agresiva es que expresan sus sentimientos muy sutilmente a través de sus acciones. Tómense un minuto para pensar en este tipo de situaciones, ocurren frecuentemente.
Deriva de no poder expresar el enfado de manera sana. Todos nos enojamos o tenemos sentimientos negativos y, dejarlos salir sanamente, es parte de reconocer lo que nos sucede y ser sinceros con nosotros mismos.
Señales de que estamos ante una persona pasivo-agresiva:
• Falta de memoria: “no lo recordaba” es una frase muy común entre gente con comportamientos de esta índole. Evitan responsabilidades, simplemente diciendo haberlas olvidado.
• No expresar ira o enfado: las personas pasivo-agresivas son complacientes. La ira no es aceptada por ellos. Sin embargo, expresan sutilmente sus verdaderos sentimientos, por lo general, a través de sus acciones.
• Insultar discretamente: los insultos sutiles son comunes entre personalidades con estas características. En lugar de hacerlo abiertamente, insultan con expresiones aparentemente amables. Así resulta muy difícil darnos cuenta de que realmente fuimos insultados y estas situaciones tienden a ser pasadas por alto.
• Victimización: un agresivo-pasivo siempre expresa sentirse como una víctima. Se escudan diciendo ser tratados injustamente, sin reconocer sus propias acciones agresivas.
• Envidia: si bien pueden mostrarse alegres por méritos de otras personas, quien ejerce agresividad pasiva en realidad guarda en su interior enojo o molestia. Suelen recordar los anteriores fracasos de las personas a las que les ocurrió algo bueno o quitarles mérito de aquello que lograron, minimizándolo.
Comentarios