En un operativo masivo efectuado en toda la República Mexicana la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), sancionó a más de 260 establecimientos dedicados a cultivar la belleza, de éstos, siete se encuentran en Mérida

Verse “bien” va más allá de la vanidad, en esta era globalizada, la belleza es para mujeres y hombres por igual y se ha convertido en una necesidad ser aceptados o más populares; esta es una de las razones por las que las personas suelen gastar hasta el 60% del sueldo en artículos de higiene personal y acudir a los salones o clínicas de belleza, mismas donde hoy, lejos de encontrar lo que anhelan pueden hallar la muerte.

Existen muchos centros de belleza que no cuentan con las normas de higieneque establece la Secretaría de Salud, y que además en muchas ocasiones engañan al cliente no mostrando el producto o cantidad que emplearán en los tratamientos.

“Por gusto o necesidad la gente se realiza algún procedimiento estético, por eso hacemos un llamado a no caer en las manos de cirujanos patitos”, expresó el presidente del Colegio de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva de Yucatán, el doctor  Carlos Alberto Marenco Correa.

Expresó que hay un incremento de cirugías mal practicadas o realizadas en condiciones inadecuadas que han traído complicaciones, durante los dos últimos años.

Respecto a la alerta que ha lanzado la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en la que ha suspendido a 264 clínicas dedicadas a la cirugía estética en el país, el líder de los cirujanos en Yucatán, expresó que quienes se dedican a la práctica de procedimientos estéticos invasivos o no invasivos, lo hacen anunciándose a través de redes sociales y periódicos, ofreciendo ‘precios bajos’, sin mostrar sus cédulas, certificados de sus estudios y mucho menos si pertenecen a un colegio o agrupación reconocida.

Señaló que ahora están atendiendo más casos de pacientes que presentan  complicaciones por cirugías y procedimientos mal practicados y cuyas secuelas van desde las mínimas como infecciones, hematomas hasta las mayores como septicemias, cicatrices y hasta la muerte de la persona.

“Desde hace dos años se ha incrementado la apertura de lugares como casas, spa, locales, consultorios que sin contar con equipamiento e instalaciones adecuadas se anuncian y realizan todo tipo de procedimientos estéticos, poniendo en peligro la salud y la vida de los pacientes”, recalcó.

El especialista informó que entre las cirugías que más se practican en el estado, y por lo cual ha habido un repunte en la actividad son la aplicación de la toxina botulínica,  levantamiento de párpados, bichectomía, extracción de grasas, lipoesculturas, aumento y reducción de senos, rinoplastias y abdominoplastías.

CASO

La señora “María”, por ponerle un nombre, pues quiere permanecer en el anonimato, demandó a una clínica porque al hacerle el levantamiento de párpados le dañó la vista, “uno no sabe lo que tiene cuando lo ve perdido, y muchas veces por ahorrarnos dinero cometemos el error de acudir con gente que no está certificada”.

Entre otras advertencias que hacen las autoridades sobre las clínicas de belleza, está la realización de  manicura y pedicura, colocación de uñas de gel o acrílico, sin esterilización, exponiendo a los clientes a infecciones por hongos, hepatitis B o C y hasta VHI – Sida. La micropigmentación de cejas puede generar alopecia, ya que altera el folículo que origina una pérdida de pelo en esta zona.

De las 264 clínicas de belleza que suspendió  o encontró alguna anomalía la Copefris, se encuentran siete en Yucatán, principalmente por realizar  abdominoplastías, remodelación y reafirmación de abdomen, blefaroplastias, cirugías de rejuvenecimientos de párpados y resección de piel.

Así como implantes de busto o mamoplastías de aumento, mamoplastías reductiva, mastopexia, elevación o remodelación de busco, dermolipectomóa circular o “body lifting”, peeling, lipoescultura, liposucción, inyección de materiales de relleno y reducción acelerada de peso.

La  mayoría de estos centros se anuncian solo por redes sociales y no cuentan con un contacto directo, sino que de boca en boca que se pasa el teléfono o la dirección y así se van haciendo de clientes.

FUENTE LA VERDAD