El gobierno chino se encuentra destruyendo cruces, quemando biblias y ordenando que los creyentes firmen documentos renunciando a su fe, todo con la finalidad de exigir su lealtad al Partido Comunista

El país está intensificando su política de mano dura contra las congregaciones cristianas en Beijing y varias provincias chinas, asegura una organización que monitorea el cristianismo en China.

Toda la campaña corresponde a un esfuerzo para integrar la religión a la cultura china exigiendo lealtad al Partido Comunista, oficialista y ateo, eliminando así todo lo que desafíe su poder sobre las vidas del pueblo.

Queman biblias y obligan a creyentes a renunciar a su fe.

Un miembro de la organización China Aid, con sede en Estados Unidos, Bob Fu, dijo durante el fin de semana que el cierre de iglesias en la provincia central de Henan al igual que una prominente iglesia en Beijing en las últimas semanas representa un «aumento significativo» de la política de mano dura.

Un funcionario local de la ciudad de Nanyang, en Henan, donde un pastor dijo que funcionarios públicos quemaron biblias, cruces y muebles aseguró que dicho funcionarios de la provincia sí respetan la libertad de culto.

Queman biblias y obligan a creyentes a renunciar a su fe.

FUENTE LA VERDAD