La represión sigue viva en Nicaragua, a 100 días de protestas contra el régimen de Daniel Ortega

Son ya 100 días desde que arrancaron las manifestaciones en Nicaragua pidiendo democracia al hombre que lleva 22 años al frente del país, los últimos 11 de manera ininterrumpida.

Y todo apunta a que terminando su tercer periodo en 2021, Ortega buscará que su esposa, la actual vicepresidenta, Rosario Murillo, le suceda en la presidencia.

El balance de la gestión de Ortega, que hace 36 años encabezó el derrocamiento de la dictadura de Anastasio Somoza, es de pobreza y enorme corrupción, sí, pero de tres meses a la fecha a esa lista habría que agregarle muertos, heridos, presos políticos y desaparecidos. Eso es lo que acusan los llamados autoconvocados. Ellos rechazan regresar de nuevo a una dictadura y por ello han decidido salir a las calles.

“Me han quitado tanto, todo, que también me han quitado el miedo”, me comentó una de las muchas madres que esperan noticias de sus familiares afuera de la Catedral de Managua. Ella, junto con las madres de más de 90 personas presas en la cárcel de El Chipote, ruegan saber en dónde están sus esposos, hijos, tías… que han sido detenidos algunos por el crimen de manifestarse en contra del régimen de los Ortega. Otros han sido detenidos simplemente por apoyar a los autoconvocados dándoles algo de comer o de beber mientras ellos gritan “Ortega; Somoza, son la misma cosa”.

Y es que Ortega y su esposa, Rosario Murillo, han decidido responder a las manifestaciones tachando a quienes salen a las calles sin armas de ser terroristas. No sólo eso, la Asamblea Nacional, con mayoría sandinista, aprobó una ley que condena de 15 a 20 años de prisión a quienes sean acusados de ser terroristas. Pero aun así, miles de nicaragüenses se niegan a dejar de manifestarse en busca de libertad y democracia.