Desde el año 2018 en el Colpos se investiga esta cianobacteria catalogada como el «alimento del futuro», por sus propiedades nutricionales

 

Amatlán de los Reyes.- Con la asistencia de productores del campo, académicos, estudiantes y público en general, este día se realizó en las instalaciones del Colegio de Postgraduados Campus Córdoba el Tercer Curso de Capacitación de Cultivo de Espirulina, una cianobacteria que se puede producir y procesar desde casa para aprovechar sus altos beneficios como el combate a la anemia y la desnutrición.

El curso fue coordinado por las Doctoras María Antonieta Ríos Corripio y Aleida Selene Hernández Cázares, académicas e investigadoras del Doctorado y Maestría en Ciencias en Innovación Agroalimentaria Sustentable de este campus.

La espirulina (arthrospira maxima) es un alga filamentosa de color verde-azul con alto valor en proteínas (con un 65 y 70% de su composición) y minerales, además de tener efectos antioxidantes, revitalizantes y de reforzamiento del sistema inmune, por lo que es parte de la dieta de los astronautas de la NASA en el espacio, se destacó durante el curso.

En el área de cultivo experimental del Colpos Córdoba los participantes conocieron las condiciones medio ambientales y requerimientos técnicos para un cultivo de espirulina en el agua; posteriormente en el laboratorio aprendieron el proceso de deshidratación, a fin de obtener un polvo que puede ser añadido en diversas preparaciones.

Asimismo, se realizó una degustación de alimentos con espirulina: espagueti al chile poblano, pechugas a la crema de pistache, hot cakes de plátano adicionados con espirulina, agua de pepino y pastel, con los cuales los asistentes comprobaron que los platillos conservan su sabor habitual al estar complementados con este nutrimento.

Al concluir este tercer curso, la Dra. Ríos Corripio destacó que los participantes ahora son capaces de montar su propio cultivo de espirulina en traspatio, “al llevarse conocimientos generales, al saber los parámetros de producción para poder mantener el cultivo, cómo aplicarlos en los alimentos sin que afecte el sabor de los mismos, ya que si sabemos mezclarlo con alimentos de color verde se enmascara muy fácilmente su presencia. Todos se fueron muy contentos”.

Cabe destacar que entre los asistentes a este curso estuvo el Nutriólogo y Maestro en Ciencias Baruc Fernández Corte, un joven que en el 2018 inició con la investigación de la espirulina en el Colpos Córdoba, como parte de su posgrado en Ciencias en Innovación Agroalimentaria Sustentable, sentando las bases para un trabajo científico que sigue desarrollándose en esta institución.