El maestro de Matemáticas de 75 años da asesorías a alumnos por sólo 30 pesos la hora, lo hace por ayudar y mantener su salud mental

Manuel Foyo Rodríguez, un hombre de 75 años de edad, tras perder su último trabajo formal hace casi 9 años, tuvo que dedicarse a enseñar matemáticas a jóvenes, por lo que muchos lo han tachado de tonto por cobrar tan barato las clases.

Rodríguez es ingeniero mecánico electricista de profesión, sin embargo, debido a su edad, no logró conseguir un trabajo y tuvo que buscar una alternativa para subsistir.

Desde entonces, El Profe comenzó a impartir clases de matemáticas para ayudarse económicamente y apoyar a algunos aspirantes a ingresar a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), preparándolos para presentar su examen de admisión, cobrando únicamente 60 pesos por dos horas de entrenamiento y razonamiento matemático.

Tachan de tonto a profesor de la tercera edad por ayudar alumnos.

“Me han dicho que soy un tonto, que cómo puedo cobrar 60 pesos por tantas horas de trabajo, pero yo no lo hago por el dinero, sino para mantenerme bien mentalmente mediante la resolución de problemas y que no me dé Alzheimer”, dice entre bromas el profesor.

Entre sus experiencias más emotivas relata la de un joven de 20 años, quien le pidió hace un año, el día previo a la presentación de su examen de ingreso a la universidad, apoyo para repasar problemas matemáticos, a lo que el profesor advirtió que practicarían problemas de razonamiento.

“No llevábamos ni 10 problemas cuando hizo cara de admiración y fue una gran satisfacción, porque resulta que el día 18, cuando dieron calificaciones, me habla a las 12 de la noche llorando y me dice: ‘profe todos los problemas que hicimos venían, saque 9.5 y entré a la Facultad de Medicina’ (…) entonces yo también quería llorar”, recuerda emocionado.

Tachan de tonto a profesor de la tercera edad por ayudar alumnos.

Hoy en día,Manuel Foyo Rodríguez es conocido a raíz de que su historia fue difundida en redes sociales, y actualmente atiende hasta a 30 jóvenes que buscan ingresar a la UASLP en la biblioteca central de esta institución.

Sin embargo, una vez que el proceso termine, su trabajo nuevamente disminuirá, pero se mantiene optimista, alegre y dispuesto a continuar ayudando a entender el mundo de las matemáticas de una manera más amigable, paciente y con gran dedicación.

Fuente la verdad.