A través de grupos de WhatsApp comenzaron a circular fotografías de los 11 cadáveres encontrados ayer en una vivienda del fraccionamiento Praderas de los Oasis. Una mujer que se acercó al lugar en busca de su hijo desaparecido, creyó reconocerlo entre las imágenes de los asesinados y cayó en una crisis emocional.

CIUDAD JUAREZ -“Es mi hijo”, gritó detrás del cordón policial que no la dejaron pasar minutos antes, enseguida de desplomó llorando y uno de sus acompañantes la abrazó para intentar contenerla.

Aunque policías municipales se acercaron para indagar lo que estaba ocurriendo, sólo pudieron recomendarle que acudiera a la Fiscalía General del Estado (FGE) para realizar la diligencia de reconocimiento de persona y establecer si verdaderamente es su familiar.

La mujer, sin embargo, se quedó en el lugar, en el cruce de Oasis de Mongolia y Oasis de Mali, donde estaba tendido el cordón amarillo que no dejaba pasar a nadie.

A dos cuadras, en la calle Oasis de Egipto, está la vivienda donde peritos ya trabajaban en la recolección de evidencia.

Otra familia, en cambio, descartó que su pariente estuviera entre las víctimas a través de las fotos distribuidas por la red social, pero se mostraron molestos porque no reciben suficiente ayuda de las autoridades en su búsqueda.

Marisol Sánchez busca a Juan Justino Olivas Uribe, de 31 años, un chofer de Uber que desapareció desde el pasado 31 de julio alrededor de las 19:00 horas, cuando se fue a trabajar.

La denuncia por persona ausente fue interpuesta el miércoles primero de agosto, pero hasta ayer no hubo reporte por parte de las autoridades acerca de algún indicio relacionado con el caso.

La mujer contó que la familia del desaparecido se encargó de realizar diferentes investigaciones en torno a la posible ubicación del hombre, incluso ayer pudieron encontrar su automóvil, que estaba en el estacionamiento de un centro comercial ubicado sobre la avenida Henequén.

“Las autoridades no han hecho nada, nosotros somos los que lo andamos buscando, hasta las dos de la madrugada”, contó.

También llegaron hasta una casa propiedad de Olivas Uribe, donde encontraron algo que se sale de los parámetros de la normalidad: una gran cantidad de tierra de la cual desconocen su procedencia ya que no existen excavaciones en el lote.

Ya le dio esa información a investigadores de la FGE, pero hasta ayer no acudieron a investigar la situación o a prestar ayuda para remover el montón de tierra.

“Es una angustia grande no saber dónde está”, dijo.

Sánchez se encontraba ayer por la mañana en las oficinas de la FGE para dar la información que posee con relación a lo indagado en torno a la ausencia de su ex pareja, cuando de pronto vio en portales de noticias que la Policía encontró 11 cadáveres en una casa cerca del Cereso.

Enseguida se acercó para determinar si Olivas Uribe estaba entre esos muertos, ella también revisó las fotografías que mandaron a través de WhatsApp, para su descanso no reconoció a alguno de los cuerpos tirados en el lugar.

Contó que ayer recibió mensajes y llamadas a través de las que una mujer le decía que ya dejara en paz el asunto y en manos de la autoridad.

“No lo haré, como sea lo tengo que encontrar”, exclamó con voz firme.

 

FUENTE: DIARIO MX.