Luego de las elecciones del pasado 1 de julio, los legisladores del PRI se redujeron en tal escala, que incluso deberán esperar a que Morena elija oficinas en el pleno

El grupo parlamentario del PRI en el Senado deberá pasar por un proceso de readaptación, pues de ser mayoría, pasaron a ser parte de “la chiquillada” (como definió una vez el Jefe Diego a las bancadas con menor número de curules), condición que incluso les podría hacer perder las oficinas que usualmente utilizan en el recinto.

Y es que hasta la anterior legislatura, el PRI tenía 55 senadores, mayoría que ahora acaparó Morena, lo que le da ciertos beneficios, indica El Universal en su columna Bajo Reserva.

“Paradójicamente, al derrotar al partido en el poder, los lopezobradoristas tendrán el mismo número de senadores, 55, que los priistas, quienes todavía no asimilan que fueron aplastados”, dice el texto.

“Con 13 integrantes, los priistas tendrán que esperar a que la primera fuerza escoja espacios en el pleno, en comisiones, hasta los pisos en los que quieran instalar sus oficinas. Así que, por primera vez, serán ajenos a los que ha sido su reino”.

El PRI no sólo fue expulsado de las oficinas del Senado, en las pasadas elecciones, los ciudadanos castigaron severamente al PRI pues de las nueve gubernaturas que se disputaron, no ganó una sola.

Aunque tenían esperanza de ganar Yucatán poco después de inicados los conteos se confirmó que había sido el Frente, el ganador de la entidad.

Ante el fracaso abrumador, el PRI indicó a través de su dirigente nacional René Juárez Cisneros, que convocaría a una “profunda reflexión en nuestro partido, donde en ejercicio de la autocrítica madura y responsable analicemos las razones por las que hoy no merecemos el respaldo ciudadano”.

Vía El Universal. Fuente: Regeneración